La Belle Époque en San Sebastián

En los inicios del siglo XX, la reina María Cristina estableció en la ciudad guipuzcoana de San Sebastián su lugar de vacaciones, otorgándole un refinamiento  y un ambiente especial que la proximidad con Francia hizo único. La reina trasladaba a Donosti toda la corte durante la época del verano para evitar los calores del centro del país y, por ello, se construyeron en esta ciudad, que ya era elegante y cosmopolita, edificios majestuosos de marcada influencia francesa, edificios típicos de la Belle Époque, un periodo de grandeza, diversión y cambio situado entre los años finales del siglo XIX y principios del XX, que coincidió además con un plan urbanístico para reconstruir parte de la ciudad tras las invasiones francesas.

Balneario La Perla, San Sebastian

La playa de la Concha, con su dorada y  finísima arena y sus aguas turquesas, abraza un paseo al que se asoman una miríada de mansiones de la época. Una de ellos es La Perla. Un balneario construido en 1912 para dar servicio a la aristocracia y que es considerado como uno de los más bellos del mundo. El balneario es el icono de una corriente europea que influyó en el desarrollo de la ciudad: la nobleza iba a tomar «baños de mar» como opción de tratamiento de muchas enfermedades. La reina Isabel II eligió San Sebastián para ello, por lo que la regente María Cristina siguió con la costumbre. Y eso arrastró a las clases pudientes del país, que invirtieron en edificios en la ciudad.

Edificios de la Belle Epoque en San Sebastián

Ayuntamiento de Donosti

Ayuntamiento de Donosti

El Casino de San Sebastián , que hoy es el Ayuntamiento de la ciudad, se construyó tomando como inspiración el Casino de Montecarlo. Se cerró en 1924 por la prohibición del juego tras haber entretenido a toda la aristocracia española. En 1947, se convirtió en el Ayuntamiento.

Diputación de Guipúzcoa

El edificio de la Diputación, en la plaza de Gipuzkoa, es muy parecido al de la Ópera de París. Los arcos de piedra de la primera planta, las secciones separadas por pilares de la segunda y la serie de semicírculos de los extremos superiores de la fachada recuerdan indudablemente al edificio parisino. Varios bustos de guipuzcoanos de renombre se muestran en su frente, como Urdaneta, Elcano, Oquendo, Legazpi o Lezo.

Hotel María Cristina

Obra de Charles Mewes, que también diseñó los hoteles Ritz de París y de Madrid, tiene un indudable estilo clásico francés, con decoración austera y elegancia pausada típicos del Belle Epoque. Su ubicación junto al río Urumea, con vistas al mar, lo convirtieron en uno de los favoritos de la aristocracia. En él, se alojan las estrellas de cine que acuden a San Sebastián al Festival Internacional de Cine. Del hotel a Teatro Victoria Eugenia, donde se celebra el Festival, se coloca una alfombra roja para que las estrellas de cine desfilen por ella. Si quieres sentirte una estrella, te recomiendo que reserves y pases un fin de semana de cine. Aunque si los precios de estrella de cine son poco asequibles a tu bolsillo, hay muchos más hoteles para elegir en San Sebastián y conocer la Belle Époque donostiarra, como el Hotel Niza en primera línea de playa.

Teatro Victoria Eugenia

Situado en el centro, el edificio fue construido en 1913 y tiene un marcado estilo plateresco. En su fachada hay 4 grupos de esculturas representando las grandes corrientes del teatro: la ópera, la tragedia, la comedia y el drama.

Otros edificios y construcciones de la Belle Époque

La Alameda del Boulevard, con su quiosco de música estilo Art Nouveau, la Estación del Norte (cuyas columnas de fundición tanto recuerdan a la Torre Eiffel), el edificio de Correos, con cúpulas similares a las del Louvre o la biblioteca Koldo Mitxelena son otros edificios que la Belle Époque dejó en la ciudad.

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