Un paseo por Kiev
Si hace unos meses me hubieran preguntado que ciudad me gustaría conocer, mi respuesta no hubiera sido Kiev. Después de tener la oportunidad de conocerla, de sorprenderme, el colorido de las fachadas y cúpulas doradas, de pan de oro de sus iglesias ortodoxas, sus amplias avenidas y sus extensos parques, creo necesario descubrir esta ciudad.
Capital de la Ucrania, situada en el margen derecho del río Dniéper, llamada por los rusos “la Madre de las Ciudades”, por ser la más antigua de las que forman la CEI y considerada una de las ciudades del mundo que mas espacios verdes tiene (60% del área urbana).
Podemos comenzar nuestro paseo visitando la Catedral de Santa Sofía (1037), símbolo de Kiev, convertida hoy en día en museo. Caminando por sus extensas avenidas, nos encontramos con la Puerta de Oro (s.XI), que era la entrada principal de la ciudad, sobre la que se levanta la iglesia de la Anunciación, junto a la cual nos encontramos el Teatro Estatal de la Opera (recomendable asistir a unas de sus representaciones).
Tras un largo paseo, podemos descansar en sus grandes parques, conocer el jardín Botánico e impregnarnos del ambiente universitario, en el campus de la Universidad Estatal, símbolo cultural para los ucranianos, por difundir ideas progresistas y defender la democratización de la sociedad.
Tal vez, llegue el momento de parar para degustar la gastronomía ucraniana y reponer fuerzas, en un bonito restaurante, situado en el centro de la ciudad, en medio de un gran parque, llamado O´PANAS. Las comidas son copiosas, destacamos sus entremeses de caviar, los blinis (tortitas de maíz con arenques con salsa de nata agria), sus Borsh, sopas calientes de verduras para combatir las frías mañanas (exquisitas), las Kulebiakas (empanada típica de hojaldre y salmón) y sus pescados como el salmón o esturión. Para acompañar esta abundante comida, como no podía ser de otra manera, se suele beber Vodka ucraniano muy frío o Kvas cerveza dulce.
Esto hace que podamos seguir caminando para visitar una de las partes más antiguas de la ciudad, El Podol, en la que se encuentra la iglesia de San Andrés, con 5 cúpulas verdes que contrastan con el azul llamativo de su fachada. Los sábados interpretan conciertos de música antigua rusa y ucraniana (no te lo pierdas).
En el centro vital del Podol encontramos a los artesanos y comerciantes, donde podemos adquirir bonitos recuerdos, las populares matrioskas de madera, las balalaikas (instrumento musical), camisas ucranianas con bordados, su exquisito caviar (asegúrate de su calidad cuando lo envuelven y solo se puede pasar por aduana 400 gramos) y el Vodka ucraniano (siempre es mejor que te recomienden una marca, alguna persona de Kiev).
Muy cerca del Podol, se encuentra el parque de la Colina de Vladimiro, desde donde podemos disfrutar de una de las vistas más hermosas de Kiev y admirar el monumento al príncipe Vladimiro. Podemos relajarnos, respirar el aire tranquilo y descansar.
Para finalizar nuestro paseo debemos llegar, por su calle principal Ulica Krescatick por la que transcurre la vida diaria de Kiev, a la Plaza de la Revolución de Octubre. Pararemos unos momentos, para disfrutar del monumento a la Revolución de Octubre, de la animación que se respira por ser el centro de reunión de los habitantes de Kiev. Todo ello no nos hace sentirnos un turista más, sino el turista.
Aprovecharemos para tomar un exquisito expresso en sus numerosos cafés (algunos muy bonitos) y mezclarnos con sus gentes, frías en expresión y cordiales en trato.
Todo puede terminar con una agradable velada, en un típico restaurante ucraniano, el Ukainski Stravi, debes hacer reserva para estar el tiempo que quieras, disfrutando de la música ucraniana en directo, mientras cenas.
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